Hace un tiempo que nos quedamos embarazados de este proyecto que es Bizi Haziak.
Casi tres años, desde que entramos en esta espiral de formar una familia y nos dimos de bruces con el camino que hay que andar desde el “positivo”, o quizás desde antes, desde que decides que quieres embarcarte en algo como la maternidad y la paternidad.
Nos dimos cuenta que no son muchas las iniciativas en Bizkaia que ofrezcan un espacio respetuoso a quien lo busca, para poder estar y compartir, donde te acompañen y poder refugiarte los días de lluvia (que aquí no son pocos).
En este proceso buscábamos mucha información, en libros, por internet y sobre todo con las personas cercanas que ya lo habían vivido (tenemos la suerte de contar con amigxs con hijos e hijas que nos han enseñado mucho), porque si hay algo a lo que enfrentarse es a uno mismo (pero eso da para otro post).
Una vez pasada nuestra experiencia y viendo cómo estaban las cosas, empezó a encenderse la chispa dentro de nosotros, en ningún momento nos planteabamos dejar a nuestra peque antes del año en una guardería, pero también necesitamos trabajar, los dos nos dedicamos al mundo de la infancia, así que… ¿Dónde iban a dejarnos ir con nuestra hija al trabajo? Había que autoemplearse…
A mi siempre me han gustado mucho lxs bebés y lxs niñxs, pero desde el momento que me convertí en madre, se me abrió otra puerta.
Habíamos detectado una necesidad, sabíamos donde había un hueco en el que podíamos encajar y bueno Iago es de Galdakao así que nos lanzamos a la aventura del emprendimiento….
Así que los tres en familia empezamos a organizar reuniones, para ver que forma jurídica nos interesaba, para formarnos en esto de la pequeña empresa, buscar un espacio que nos gustara y empezar a darle forma juntos.
Y hoy aquí estamos se podría decir que en la recta final de este embarazo que ya empieza a pesar.